AMUSIA

El término amusia se compone de “a” y “musia”, significa carencia de música. La amusia es una alteración en la percepción auditiva y en la ejecución musical, así como en la lectura y en la escritura. Este síndrome también es conocido como agnosia musical o sordera al tono.

Este término se lo debemos a Knoblauch que diseñó por primera vez un modelo cognitivo para el procesamiento de la música basado en un modelo diagramático, tal y como se venía haciendo con los procesos lingüísticos.
La amusia puede ser congénita o adquirida.
Una manera de clasificar los distintos tipos de amusia depende del aspecto musical al que afecte
Serían:
Amusia motora es la incapacidad para silbar o cantarAmusia perceptiva es la incapacidad para discriminar los tonosAmnesia musical es la incapacidad para reconocer canciones familiaresApraxia musical es la incapacidad para interpretar músicaAgrafia musical es la incapacidad para escribir músicaAlexia musical es la incapacidad para leer música
El tipo de amusia más reconocible es la perceptiva, ya que cualquiera puede sufrirla y darse cuenta de ello sin tener conocimientos musicales previos. En cambio, sólo a los niños que demos la opción de tocar un instrumento, sabremos si sufren de apraxia y/o agrafia musical. Por eso desde las escuela infantiles y colegios deben hacer más hincapié en la música y tocar un instrumento, para poder reconocer qué le ocurre a nuestro pequeño. Ya que es un trastorno poco conocido y parece ser que hay más personas que la padecen de las que creemos.
Desde 1987 se han desarrollado unas pruebas en Montreal para la evaluación de la amusia (MBEA) como una herramienta necesaria para el reconocimiento de pacientes amúsicos. La percepción musical y la memoria musical son las funciones musicales más estudiadas. El MBEA tiene seis cuestionarios que permiten evaluar el funcionamiento de cada uno de los componentes musicales descritos: el contorno melódico, los tipos de escalas, el ritmo, los intervalos, la métrica y la memoria musical. Cada uno de estos cuestionarios incluyen 30 frases musicales no conocidas.
Otras pruebas menos utilizadas son los cuestionarios propuestos por Wertheim y Botez en 1959, basados en su adaptación al nivel musical premórbido del paciente mediante una clasificación de los sujetos dependiendo de sus capacidades musicales, el "Gordon Musical Aptitude Profile" y el "Bentley Measures of Musical Abilities”.
La amusia no es un trastorno relacionado con daños en el oído o con problemas en la percepción auditiva, sólo afecta a la zona neuronal del cerebro que procesa y se encarga de la música o del lenguaje. Por tanto, es un problema neuronal y no es físico, ni tampoco provocado por un problema en los oídos. Puede darse si se ha sufrido un golpe muy fuerte en la cabeza, o si se padece un tumor o alguna enfermedad neurodegenerativa.
Un ejemplo de amusia adquirida es el caso de Maurice Ravel. Ravel, era un músico y compositor francés, que sufrió en los últimos años de su vida una enfermedad neurológica que le afectó el córtex prefrontal y los ganglios basales, produciéndole afasia de Wernicke, que le causó una gran dificultad para leer y escribir música, pese a que podía comprender el lenguaje musical y reconocía los sonidos. También recordaba melodías y podía crear otras nuevas. Pero la parte de la escritura y la lectura de partituras musicales estaba muy afectada.
Algunos musicólogos piensan que su obra mas famosa, el “Bolero”, en la que introduce un “ostinato” repetitivo, y una melódica que consideran simple y lineal, piensan que sería debido a su enfermedad.
Él mismo decía que tenía la cabeza llena de música pero que no era capaz de escribirla. Son muchas las teorias sobre su agrafia y alexia musical. Ravel sufrió un accidente de coche, que en principio no fue grave, pero le dejó secuelas neurológicas. Por otro lado existen informes médicos de la época, que indican que Ravel padecía una enfermedad en el sistema nervioso, llamado atrofia de Pick. Cuando tenía 62 años, los médicos decidieron operarle y no sobrevivió a la operación.
Lo más llamativo de la amusia es la sordera al tono o la sordera rítmica, es decir, la incapacidad de entender y disfrutar la música tal y como es. Para las personas amúsicas, escuchar música puede ser una experiencia muy desagradable.
Para un niño con amusia congénita la música le puede resultar ruidosa, estridente, chirriante, similar al ruido producido al caerse las cacerolas al suelo.
A esta condición de amusia grave y extrema se le está empezando a denominar “distimbria”.
Todo esto se debe a que además pueden tener una alteración del procesamiento del timbre.
No es común ir a una consulta médica por padecer amusia, a no ser que seas un músico profesional. Por regla general, no eres consciente de ello. Pero debemos ser muy cuidadosos con nuestros hijos, pues en ocasiones, la asignatura de música en el colegio puede resultarles un calvario si padecen amusia. Y podemos llegar a pensar que el niño no le pone interés o simplemente le disgusta. Debemos ser muy cuidadosos y mostrar interés en sus patologías y preguntar a un especialista si observamos algo. La amusia no provoca pitidos en el oído, no está relacionada con la pérdida auditiva.
La amusia adquirida se puede desencadenar por un fuerte golpe en la cabeza y es posible que se pierda la capacidad de volver a tocar un instrumento, causado por un daño neuronal.
No queda claro la preponderancia de un hemisferio u otro respecto a la lateralidad de las capacidades musicales.
En los casos estudiados de amusia se adivina que cuando el déficit amúsico es puro las lesiones, en la mayoría de los casos, se encuentran en el hemisferio derecho, pero cuando la amusia se asocia a otros problemas neuropsicológicos, como por ejemplo afasias; las lesiones predominan en el hemisferio izquierdo, que generalmente es el dominante.
Estos datos apuntan a que la representación cerebral de la capacidad musical probablemente sea bilateral y que la capacidad musical y del lenguaje, comparten sistemas cerebrales receptores, integradores, procesadores y efectores.
El amúsico desafina al cantar y desconoce si otro ha desafinado. Son incapaces de encontrarle sentido a la música y no la disfrutan. Hay niños que no han desarrollado esa capacidad y desafinan, pero disfrutan de la música, sin ser amúsicos.
En sentido estricto, un paciente con sordera al tono de forma absoluta o que padece una amusia total, nunca disfrutará de la música ya que la música no la percibe como es.
Es el extremo opuesto a tener oído absoluto, que es la habilidad de reconocer y discriminar los diferentes sonidos de la escala musical sin tener ninguna referencia y tiene relación con una gran memoria auditiva.
Existen algunos pacientes con sordera al ritmo, pero el déficit en el procesamiento de los tonos musicales es una alteración en casi todos los sujetos amúsicos. Sin embargo la afectación rítmica solo está afectada en algunos casos.
Se han elaborado estudios de amusia congénita en familias y plantean la hipótesis de que este desorden es hereditario y está asociado a diferencias que hay en la estructura del lóbulo frontal y el lóbulo temporal. Los hallazgos anatómicos ponen de manifiesto que probablemente existen genes que están implicados en el desarrollo de migración neuronal precoz mediante las conexiones fronto-temporales, ya que para el procesamiento de la información musical se requiere la participación de ambos lóbulos frontales y temporales, pudiendo aparecer amusia por lesión de cualquiera de ellos de forma uni o bilateral en sus conexiones.


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