El “Método Helena Colina” está dirigido a niños a partir de 14 meses de edad. Desde hace más de 20 años Helena Colina viene desarrollando éste método que consiste en crear músicos globales desde tan temprana edad y activarlos neuronalmente. Tanto a nivel técnico del instrumento, como emocional, cerebral y la correcta posición del cuerpo. Creando niños seguros y trabajando su autoestima.
Método Colina
El Método Colina se diferencia por la estructuración de sus clases y porque aprenden jugando:
- La técnica del instrumento. Con 14 meses comienzan con el violín, buscando un buen sonido con pequeños violines y afinados. No son de juguete y comienzan a tocar el instrumento desde la primera clase, independientemente de su edad. Se estudia como un juego, porque el niño aprende jugando.
- El lenguaje musical con lecciones diseñadas según la edad y el nivel.
- La teoría de la música, mediante fichas diseñadas para trabajar desde los porcentajes de activación neuronal. Y ayudar que que su sinopsis sea la adecuada.
- La historia de la música a través de musicogramas y audiciones de 10 compositores por nivel.
- Los compositores según la época, con Vips de inteligencia.
- La organología, que es el aprendizaje y clasificación de los instrumentos de la orquesta y de concierto tanto por su morfología como por su sonido.
- Intérpretes del instrumento, los más grandes e importantes instrumentistas del instrumento que toca. Con vips de inteligencia y audiciones. Adquiriendo por tanto una cultura musical muy amplia.
Potenciar su autoestima, trabajar la psicomotricidad respetando su espacialidad, es decir, sin son diestros potenciamos la parte izquierda y si son zurdos potenciamos la diestra, sin que la espacialidad del niño se vea afectada.
Con el Método Helena Colina el alumno aprende a tocar el violín desde los 14 meses. Y en tan solo con un año de práctica, el alumno activa zonas en su cerebro, que un niño que no estudie música no lo hace. A partir de otras edades pueden pasar a estudiar otro instrumento de mayor tamaño o de viento, es decir, cuando por sus condiciones físicas se lo permitan, aunque haya empezado con el violín, puede cambiar de instrumento sin problema. Lo que ha aprendido, le sirve para el futuro.
Está científicamente demostrado que un instrumento de cuerda frotada es el que más activa neuronalmente, por su complejidad a la hora de realizar la actividad, ya que los instrumentistas de cuerda frotada usan las dos manos indistintamente y el direcciones y sentidos diferentes. Pero tocar cualquier instrumento ayuda al niño a realizar unas mejores conexiones cerebrales, por lo que estamos formando niños más inteligentes.
Las clases de los pequeños que estudian con este método son de una hora semanal y están estructuradas de la siguiente forma:
- Lenguaje Musical: para tal actividad se utilizan recursos como canciones y lecciones diseñadas según la edad y vips de inteligencia. Comenzamos con la negra y van aprendiendo todas las figuras, hasta la garrapatea y la semigarrapatea, aunque no se utilicen, deben conocerlas.
- Teoría de la Música: el alumno a través de juegos, plastilina, fichas músico-pedagógicas propias del método, canciones, poemas, gomets, pinturas, paracaídas educativo y un largo etcétera de recursos apropiados según la edad y que reconocen con facilidad pues las utilizan en cualquier aula educativa.
- Historia de la Música: aprenden a escuchar música según las épocas y la vida de sus compositores. A través de musicogramas del propio método, Helena Colina les enseña a comprender musicalmente lo que el compositor quiso expresar al componer la obra que escuchan. Los musicogramas pueden ser para pintar y el silencio ayuda a su escucha, o también mediante vídeos. Es una buena actividad para comenzar a trabajar el pensamiento crítico. Tan importante en esta metodología.
- Organología: discriminan y clasifican todos los instrumentos de la orquesta y de concierto tanto por su morfología como por su sonido, con fichas músico-pedagógicas donde usan recursos como las pinturas, gomets, rotuladores, punzones, vídeos demostrativos, tarjetas y numerosos juegos que les ayuden a aprender los instrumentos, para que tengan capacidad de decisión y conocimiento.
- Violín u otro instrumento: 30 minutos por clase.
- Técnica: afrontar técnicamente cualquier obra, según la edad y conocimientos adquiridos por el alumno. Trabajar la postura del cuerpo con respecto al instrumento y trabajar la posición del instrumento. Esta forma de trabajar el cuerpo es la que lo diferencia con otros métodos. Ya que ninguno prevé las consecuencias de una mala postura. El cuerpo del instrumentista se trabaja como la de un atleta.
- Digitación: aprender todas las posiciones que faciliten la práctica a la hora de ejecutar la obra en cuestión.
- Buen sonido: buscan un sonido bonito, que no se corte o se rompa y así poder ejecutar una melodía o un ritmo apropiado a su nivel.
El método tiene una programación exhaustiva y muy organizada para evitar que el niño se aburra o pierda el interés, ya que durante las clases se cambia de actividad constantemente siendo por tanto muy dinámica y se consiga mayores resultados de concentración.
Las clases son en pequeños grupos para que unos a otros puedan verse e ir de esa forma corrigiéndose con mayor facilidad.
El ambiente es agradable y proporciona al alumno tranquilidad y confianza a la hora de afrontar cualquier problema ante un instrumento tan complicado.Los padres no sólo están con ellos, sino que tocan y aprenden a la vez, de esta forma se empatiza mucho mejor.
En casa deben de seguir la práctica tanto del instrumento como del lenguaje musical. Los padres reciben ayuda educativa gratuita para poder trabajar en casa con sus hijos, tanto a nivel emocional como técnico. Saber cómo funciona el cerebro de su hijo en las diferentes etapas, hace que el desarrollo y el aprendizaje sea más efectivo.
Este método está enfocado a niños que no deseen tener una enseñanza tradicional, ya que es todo lo contrario. Es un método que trabaja desde las memorias más efectivas, la memoria emocional, significativa y muscular.
En esta metodología es primordial la felicidad del niño y ayudarle a formar un mapa cerebral saludable. Lo que le hace diferente y muy eficaz es la forma que tiene el maestro en dirigirse al estudiante. No sólo es diferente la clase en sí, porque recoge todas las disciplinas musicales, que eso no lo tiene ningún método, sino lo que le da valor al método es la parte emocional y neurocientífica. Conocer el funcionamiento del cerebro del estudiante hará que en todo momento el maestro empatice con él y su avance sea significativo.
El método ha sido durante años impartido en Colegios de Alicante, como parte de su curriculum académico, el IVO, y también se imparte en la Escuela de Música Helena Colina de Alicante. Se ha llevado por Europa y América del Sur.
Cada año llegan a la escuela niños de todas las partes de España para estudiar violín con el único método que engloba todas las disciplinas musicales y comienza con 14 meses, dando resultados muy buenos.
La Escuela de Música Helena Colina está dentro de la Orquesta Fundación Helena Colina, donde se potencia el talento de todas las disciplinas artísticas (danza, canto, artes plásticas artes escénicas, artes dramáticas, disciplinas circenses y literatura). Los pequeños a partir de 14 meses pueden formar parte de la Orquesta Infantil, única en el mundo por dos razones. La primera por la edad con la que comienzan sus miembros y la segunda porque sus padres también forman parte y tocan junto a sus hijos formando apego.
Los maestros del método aprenden dirección musical para poder dirigir los grupos orquestales, aprenden haptonomía, aprenden el funcionamiento del cerebro del niño por etapas. Conocen todas las herramientas para trabajar las emociones en cada momento de la clase y poder guiar a los padres.
El Maestro del Método Colina está formado en haptonomía, neurociencia, puericultura, musicoterapia, neurología, psicología, pedagogía, organología, composición musical, musicología, dirección musical e instrumento.
